Avena
en copos y leche entera. La avena tiene el poder de calmar la irritación,
el picor y la sequedad de la piel. También reduce la producción de grasa lo que
la hace perfecta para personas con acné o con exceso de sebo facial. La leche
aporta una nutrición profunda, deja la piel suave y mejora la elasticidad de la
piel. Si tienes la piel muy grasa puedes sustituir la leche por el yogur
natural, porque sus propiedades ácidas acabarán con tu acné y tus espinillas.
Mezcla dos cucharadas de avena con 50ml de leche entera, preferiblemente
caliente, y deja la mezcla reposar durante una hora para que la avena absorba
la leche (o el yogur). Extiéndetelo por la cara con movimientos circulares, dejándolo
reposar durante cinco minutos, y aclara con agua fría.
Bicarbonato
de sodio y agua mineral. Un exfoliante perfecto para las
pieles sensibles. Te ayudará a deshacerte de la piel muerta si lo utilizas
frecuentemente, al menos una vez a la semana. Simplemente mezcla una cucharada
de bicarbonato y una cucharada de agua. Aclara con agua fría.
Café
molido, aceite de oliva y azúcar moreno. Este es uno de los
exfoliantes más conocidos y utilizados. La mezcla de sus ingredientes mejora la
circulación sanguínea y acaba con la retención de líquidos, tanto en la cara
como en el cuerpo (es un exfoliante genial para acabar con la celulitis). Mezcla
tres cucharadas de café molido, tres cucharadas de aceite de oliva y una
cucharada de azúcar moreno. Masajea la piel con movimientos circulares durante
diez minutos más o menos y aclara con agua caliente.
Miel,
canela y coco rallado. La miel es un desintoxicante genial
para la piel y tiene propiedades antibacterianas, y combinada con el coco y la
canela te aportará nutrición y exfoliación a la vez. Mezcla una cucharada de
miel, media cucharada de canela (en polvo) y media cucharada de coco rallado. Masajea
durante tres minutos y aclara con agua tibia.
Pepino
rallado y bicarbonato de sodio. El pepino es
conocido por su capacidad de reducir las bolsas y las ojeras, siendo también un
excelente calmante para las quemaduras solares y un tónico natural increíble. El
pepino tiene propiedades tonificantes y reafirmantes en la piel, y ayuda a
cerrar los poros abiertos. El bicarbonato aporta una dosis de exfoliación. Ralla
1/3 de pepino mézclalo con una cucharada de bicarbonato. Aplícatelo a la cara
con movimientos circulares y aclara con agua fría.
Sal
marina y aceite de oliva. La sal marina tiene propiedades detoxificantes
y es rica en minerales que ayudan a tensar la piel. Tienes que utilizar una sal
que no sea muy puntiaguda para que puedas exfoliarte bien sin tener que preocuparte
por hacerte heridas. Mientras que la sal retira las células muertas, el aceite
de oliva nutre la piel en profundidad y le da una apariencia mucho más
saludable. Mezcla cuatro cucharadas de sal marina con la misma cantidad de
aceite de oliva. Masajea con movimientos circulares durante unos diez minutos y
aclara con agua caliente.
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