Como uso común, los polvos de talco sirven para eliminar el exceso de humedad de
la piel y para aromatizarla, además de ser capaces de eliminar bacterias y
hongos causantes de numerosas infecciones en la piel, pero también tienen un montón de usos relacionados con la belleza.
1. Arena. Un truco
que aprendí en la playa: si te has llenado los pies de arena y tienes que volver
a ponerte inmediatamente los zapatos, échate polvos de talco y la arena se caerá
sola.
2. Champú seco. Si
no quieres gastarte el dinero en comprar un champú seco, puedes hacer uno en
casa y sin químicos perjudiciales. Si tienes el pelo claro, puedes utilizarlo
sin más, pero si tienes el pelo oscuro mezcla dos cucharadas de polvos de talco
con dos cucharadas de caco en polvo y una cucharada de canela en polvo. Aplica
en el pelo sucio y deja reposar durante quince minutos y después cepíllate el
pelo. Es mejor utilizar esto por la noche, así se eliminan todos los residuos
que no veas.
3. Desodorante. En
caso de emergencia, puedes crear tu propio desodorante mezclando dos cucharadas
de polvos de talco, dos cucharadas de bicarbonato, una cucharada de canela y sí
quieres un aceite esencial, el que tú prefieras.
4. Pestañas. Aplica
con un bastoncillo (y con los ojos cerrados) un poco de polvos de talco entre
dos capas de rímel y así tus pestañas parecerán más largas y llenas.
Los polvos de talco que yo utilizo siempre son los Baby
Powder de Johnson’s pero puedes utilizar los que tú quieras. Otra alternativa a
los polvos de talco es el almidón de maíz, por ejemplo de Maizena.